julho 08, 2005

ARMENGOL / Entre rejas

Judith Miller está en la cárcel. Su único delito ha sido el negarse a testificar frente a un gran jurado sobre una de sus fuentes. La tarea de un periodista es informar, no ayudar a la labor de policías y fiscales.

Miller prefirió ir a prisión antes que traicionar la confianza depositada en ella. No se trata de un acto de desafío y es más que la lealtad en el cumplimiento de un deber: la reportera de The New York Times está defendiendo un derecho con una firmeza digna de respeto y envidia.

Uno de los pilares en que se fundamenta la prensa de este país es el otorgarles la seguridad, a quienes tienen una información importante, de que su identidad será protegida. Este principio ha garantizado que muchos secretos salgan a la luz pública, se descubran fraudes y engaños y se divulguen planes que atentan contra la ciudadanía. (sigue)