KATRINA / Sin freno el precio de la gasolina
El precio de la gasolina ha aumentado en las últimas horas y pudiera seguir subiendo en los próximos días, mientras no se normalice el abastecimiento o se resuelvan los problemas que los especialistas han anticipado.
''Tenemos un problema en la industria del petróleo'', dijo ayer el presidente George W. Bush. ''Un problema de almacenamiento y producción'', añadió.
Y uno de los elementos más agudos parece ser la falta de electricidad, señaló David Mica, el director general del Consejo del Petróleo de la Florida.
''Sin electricidad las refinerías no funcionan ni las tuberías pueden bombear el combustible'', explicó Mica a El Nuevo Herald.
La Florida es abastecida por una amplia red de líneas conectadas, algunas con Port Everglades, otras con el puerto de Tampa, y hasta ayer las reservas acumuladas eran satisfactorias, indicó el especialista.
En los puertos de la Florida hay 159 millones de galones de gasolina almacenados, suficientes para unas semanas en circunstancias normales, añadió Cragin Mosteller, el portavoz del departamento estatal de protección ambiental.
Funcionarios del estado, incluido el gobernador Jeb Bush, enfatizan que no hay planes para racionar el combustible, si bien piden moderación a los consumidores.
De todos modos, los analistas creen que no se debe cantar victoria, pues los estudios no han terminado y las petroleras esperan el estimado de pérdidas para decidir si se incrementan los precios.
''Los estudios que hemos hecho en las últimas 24 horas son alentadores. No hay un problema en la Florida en particular, sino que somos parte del problema nacional. Se sabe que el 90 por ciento de la industria petrolera quedó intacta; a nivel nacional tenemos almacenadas reservas de gasolina superiores a la media nacional. Sólo estamos un poco por debajo en términos de jet-fuel'', dijo Mica.
El gran problema, enfatizó el director, es la falta de electricidad. ''Sin electricidad no podemos siquiera intentar reparar las refinerías y pozos de petróleo dañados. No se pueden hacer las pruebas para tener una idea de la extensión del daño en cada una'', agregó.
También hay un factor humano, indicó Mica. ``La mayoría de los empleados de la industria del petróleo vive en las zonas afectadas por el huracán. Esa gente tiene problemas serios, puede no venir a trabajar; muchos se han quedado sin casa o han sido desplazados a otras áreas''.
''Todo esto es un fenómeno complejo que tiene muchas ramificaciones y va más allá de las destrucción de un pozo de petróleo o el cierre de una refinería'', añadió Mica.
Por ello, él dijo que ''sería irresponsable'' especular sobre cuándo la situación se normalizará y si habrá escasez de gasolina.
Por lo pronto, explicó, Katrina redujo en 28 por ciento la producción nacional de petróleo. ''Esto significa 1.5 millones de barriles diarios, la misma cantidad que importamos diariamente de Arabia Saudita'', dijo.
Ayer, tras un desplazamiento aéreo por la zona del desastre, el presidente George W. Bush anunció que ordenó al Departamento de Energía que contacte a los refinadores del crudo para que comiencen a recibir los cargamentos de la reserva estratégica.
''El huracán Katrina plantea un problema en materia de producción y aprovisionamiento de gasolina en Estados Unidos'', dijo Bush.
Según el Servicio Guardacostas, al menos 20 plataformas o pozos de petróleo han desaparecido en el Golfo de México, y ayer había un fuego en un gaseoducto.
''Estamos trabajando en el aspecto ambiental, pero ahora nos concentramos en las misiones de rescate y búsqueda para salvar vidas'', indicó el oficial Robert Reed, del Servicio Guardacostas de Luisiana.
Los problemas de la industria no han impedido el alza de los precios. Ayer, en Miami-Dade, El Nuevo Herald detectó filas en las gasolineras, pero no eran muy largas.
Los precios promedios en el país, según el servicio Bloomberg, rondan $2.67 por galón, una cifra que, según Mica, se aproxima a la de la Florida. Sin embargo, todo indica que el precio llegará a los $3 en los próximos días.
Aun así, ''es difícil decir por qué tiempo esos precios se mantendrán fijos. No sabemos con exactitud cuál es la situación con las refinerías, ni tampoco cuándo la electricidad será restaurada para que los oleoductos funcionen de nuevo'', dijo el portavoz de American Automobile Asociation, Justin McNaull.
En términos mundiales, ayer el precio del barril bajó tras un repunte a los $70 el martes. En la Bolsa de Nueva York cerró a $68.94.
''Tenemos un problema en la industria del petróleo'', dijo ayer el presidente George W. Bush. ''Un problema de almacenamiento y producción'', añadió.
Y uno de los elementos más agudos parece ser la falta de electricidad, señaló David Mica, el director general del Consejo del Petróleo de la Florida.
''Sin electricidad las refinerías no funcionan ni las tuberías pueden bombear el combustible'', explicó Mica a El Nuevo Herald.
La Florida es abastecida por una amplia red de líneas conectadas, algunas con Port Everglades, otras con el puerto de Tampa, y hasta ayer las reservas acumuladas eran satisfactorias, indicó el especialista.
En los puertos de la Florida hay 159 millones de galones de gasolina almacenados, suficientes para unas semanas en circunstancias normales, añadió Cragin Mosteller, el portavoz del departamento estatal de protección ambiental.
Funcionarios del estado, incluido el gobernador Jeb Bush, enfatizan que no hay planes para racionar el combustible, si bien piden moderación a los consumidores.
De todos modos, los analistas creen que no se debe cantar victoria, pues los estudios no han terminado y las petroleras esperan el estimado de pérdidas para decidir si se incrementan los precios.
''Los estudios que hemos hecho en las últimas 24 horas son alentadores. No hay un problema en la Florida en particular, sino que somos parte del problema nacional. Se sabe que el 90 por ciento de la industria petrolera quedó intacta; a nivel nacional tenemos almacenadas reservas de gasolina superiores a la media nacional. Sólo estamos un poco por debajo en términos de jet-fuel'', dijo Mica.
El gran problema, enfatizó el director, es la falta de electricidad. ''Sin electricidad no podemos siquiera intentar reparar las refinerías y pozos de petróleo dañados. No se pueden hacer las pruebas para tener una idea de la extensión del daño en cada una'', agregó.
También hay un factor humano, indicó Mica. ``La mayoría de los empleados de la industria del petróleo vive en las zonas afectadas por el huracán. Esa gente tiene problemas serios, puede no venir a trabajar; muchos se han quedado sin casa o han sido desplazados a otras áreas''.
''Todo esto es un fenómeno complejo que tiene muchas ramificaciones y va más allá de las destrucción de un pozo de petróleo o el cierre de una refinería'', añadió Mica.
Por ello, él dijo que ''sería irresponsable'' especular sobre cuándo la situación se normalizará y si habrá escasez de gasolina.
Por lo pronto, explicó, Katrina redujo en 28 por ciento la producción nacional de petróleo. ''Esto significa 1.5 millones de barriles diarios, la misma cantidad que importamos diariamente de Arabia Saudita'', dijo.
Ayer, tras un desplazamiento aéreo por la zona del desastre, el presidente George W. Bush anunció que ordenó al Departamento de Energía que contacte a los refinadores del crudo para que comiencen a recibir los cargamentos de la reserva estratégica.
''El huracán Katrina plantea un problema en materia de producción y aprovisionamiento de gasolina en Estados Unidos'', dijo Bush.
Según el Servicio Guardacostas, al menos 20 plataformas o pozos de petróleo han desaparecido en el Golfo de México, y ayer había un fuego en un gaseoducto.
''Estamos trabajando en el aspecto ambiental, pero ahora nos concentramos en las misiones de rescate y búsqueda para salvar vidas'', indicó el oficial Robert Reed, del Servicio Guardacostas de Luisiana.
Los problemas de la industria no han impedido el alza de los precios. Ayer, en Miami-Dade, El Nuevo Herald detectó filas en las gasolineras, pero no eran muy largas.
Los precios promedios en el país, según el servicio Bloomberg, rondan $2.67 por galón, una cifra que, según Mica, se aproxima a la de la Florida. Sin embargo, todo indica que el precio llegará a los $3 en los próximos días.
Aun así, ''es difícil decir por qué tiempo esos precios se mantendrán fijos. No sabemos con exactitud cuál es la situación con las refinerías, ni tampoco cuándo la electricidad será restaurada para que los oleoductos funcionen de nuevo'', dijo el portavoz de American Automobile Asociation, Justin McNaull.
En términos mundiales, ayer el precio del barril bajó tras un repunte a los $70 el martes. En la Bolsa de Nueva York cerró a $68.94.
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
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