PINOCHET / Solo porque lo amerita interumpo las vacaciones...
Una madeja judicial envuelve a Pinochet a sus 90 años
El "huracán" Cerda (El Pais)
A punto de cumplir 90 años, el viernes, el ex dictador chileno Augusto Pinochet suma un nuevo proceso a su complicada situación judicial, que lo envuelve en una madeja de desprestigio y abandonado por quienes le consideraban padre de la Patria y constructor del nuevo Chile.
En un indeseado regalo anticipado, el juez Carlos Cerda procesó hoy al ex gobernante (1973-1990) por cuatro delitos de corrupción, que añaden un componente nuevo al laberinto judicial que ha afrontado desde hace años por violaciones a los derechos humanos.
Su procesamiento por evasión tributaria, falsificación de instrumento público, falsificación de pasaportes y omisión de bienes en una declaración jurada es el tercero que le afecta en lo que va del nuevo siglo.
Además, se consideraba hoy inminente su procesamiento en la llamada 'Operación Colombo', montada en 1975 por la DINA, su policía secreta, para encubrir la desaparición de 119 opositores.
El declinar de Pinochet comenzó en octubre de 1998, cuando fue detenido en Londres a requerimiento del juez español Baltasar Garzón, que lo procesó por genocidio, terrorismo y torturas y le mantuvo 17 meses en la capital británica, hasta que el Gobierno británicos le permitió regresar a Chile por razones humanitarias.
Ya en Chile, Pinochet perdió su escaño vitalicio en el Senado y las querellas en su contra se acumularon hasta sumar más de 300, investigadas por el juez Juan Guzmán.
El 1 de diciembre de 2000 Guzmán procesó a Pinochet y ordenó su arresto en el caso 'Caravana de la Muerte', como autor de 57 secuestros (desapariciones) y 18 homicidios en el marco de las ejecuciones que una comitiva militar perpetró en 1973 en diversas ciudades del país.
Posteriormente, la Corte de Apelaciones rebajó de autor a encubridor el papel de Pinochet en esos delitos y a mediados de 2002 la Corte Suprema lo exoneró, sobre la base de un informe médico que le atribuyó una 'demencia subcortical'.
El diagnóstico sirvió a Pinochet para eludir otros juicios, entre ellos el caso 'Conferencia', relativo a la desaparición, en 1976, de todos los dirigentes del Partido Comunista.
Pero Guzmán no cejó en la investigación de los casos y el 13 de diciembre pasado lo procesó y ordenó su arresto en el juicio por los crímenes de la Operación Cóndor, consistentes en la coordinación de las dictaduras militares de los países del Cono Sur para eliminar opositores en los años 70 y 80.
El procesamiento de Pinochet por 19 desaparecidos fue ratificado por la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema, el máximo tribunal lo exoneró el pasado 7 de junio, por las mismas razones médicas anteriores.
Pero la supuesta demencia de Pinochet comenzó a derrumbarse desde julio de 2004, cuando el juez Sergio Muñoz comenzó a investigar en Chile el origen de su fortuna, tras el descubrimiento de sus millonarias cuentas secretas en EEUU.
Las complejas operaciones financieras que el ex dictador tramó para mantener oculta una fortuna calculada hasta ahora en 27 millones de dólares desplomaron el argumento de su incapacidad mental.
Muñoz dejó el caso hace algunas semanas, al ser ascendido a la Corte Suprema y en su lugar fue nombrado el juez Carlos Cerda, lo que para Pinochet significó, según los querellantes del juicio, escapar de la olla para caer en las brasas.
En pocas semanas, Cerda completó el cerco, interrogó cuatro veces a Pinochet y hoy, miércoles, lo procesó y ordenó su arresto domiciliario.
De forma paralela ha avanzado el juicio por la 'Operación Colombo', que el juez Guzmán dejó el pasado abril, al jubilarse, no sin antes procesar a diez ex mandos de la DINA, incluido su antiguo jefe, Manuel Contreras.
El pasado 6 de julio Pinochet fue desaforado en este caso, para ser investigado por 15 de las 119 víctimas de esa operación y el nuevo juez del caso, Víctor Montiglio, tras ordenar nuevos exámenes médicos que determinaron que está mentalmente apto para afrontar un juicio, logró avances decisivos.
Los exámenes determinaron que Pinochet 'sobresimuló' su estado de salud, cosa que era de dominio público cuando Pinochet salió en silla de ruedas de Londres y se levantó ágilmente ante las cámaras de televisión al llegar a Chile.
Montiglio interrogó a Pinochet la semana pasada, lo careó con Contreras y tiene el caso a punto de dictar un procesamiento, que ya fue solicitado por los querellantes.
Incluso, en los tribunales se comentaba si sería Cerda o Montiglio quien daría el primer golpe y si llegaría antes del 90 cumpleaños del jubilado general, este 25 de noviembre.
Así, el panorama judicial de Pinochet se ha oscurecido de tal manera que su abogado defensor, Pablo Rodríguez, ha terminado por reflotar un lenguaje olvidado desde hace años, al atribuir las penurias de su cliente a "una persecución del marxismo internacional".
En un indeseado regalo anticipado, el juez Carlos Cerda procesó hoy al ex gobernante (1973-1990) por cuatro delitos de corrupción, que añaden un componente nuevo al laberinto judicial que ha afrontado desde hace años por violaciones a los derechos humanos.
Su procesamiento por evasión tributaria, falsificación de instrumento público, falsificación de pasaportes y omisión de bienes en una declaración jurada es el tercero que le afecta en lo que va del nuevo siglo.
Además, se consideraba hoy inminente su procesamiento en la llamada 'Operación Colombo', montada en 1975 por la DINA, su policía secreta, para encubrir la desaparición de 119 opositores.
El declinar de Pinochet comenzó en octubre de 1998, cuando fue detenido en Londres a requerimiento del juez español Baltasar Garzón, que lo procesó por genocidio, terrorismo y torturas y le mantuvo 17 meses en la capital británica, hasta que el Gobierno británicos le permitió regresar a Chile por razones humanitarias.
Ya en Chile, Pinochet perdió su escaño vitalicio en el Senado y las querellas en su contra se acumularon hasta sumar más de 300, investigadas por el juez Juan Guzmán.
El 1 de diciembre de 2000 Guzmán procesó a Pinochet y ordenó su arresto en el caso 'Caravana de la Muerte', como autor de 57 secuestros (desapariciones) y 18 homicidios en el marco de las ejecuciones que una comitiva militar perpetró en 1973 en diversas ciudades del país.
Posteriormente, la Corte de Apelaciones rebajó de autor a encubridor el papel de Pinochet en esos delitos y a mediados de 2002 la Corte Suprema lo exoneró, sobre la base de un informe médico que le atribuyó una 'demencia subcortical'.
El diagnóstico sirvió a Pinochet para eludir otros juicios, entre ellos el caso 'Conferencia', relativo a la desaparición, en 1976, de todos los dirigentes del Partido Comunista.
Pero Guzmán no cejó en la investigación de los casos y el 13 de diciembre pasado lo procesó y ordenó su arresto en el juicio por los crímenes de la Operación Cóndor, consistentes en la coordinación de las dictaduras militares de los países del Cono Sur para eliminar opositores en los años 70 y 80.
El procesamiento de Pinochet por 19 desaparecidos fue ratificado por la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema, el máximo tribunal lo exoneró el pasado 7 de junio, por las mismas razones médicas anteriores.
Pero la supuesta demencia de Pinochet comenzó a derrumbarse desde julio de 2004, cuando el juez Sergio Muñoz comenzó a investigar en Chile el origen de su fortuna, tras el descubrimiento de sus millonarias cuentas secretas en EEUU.
Las complejas operaciones financieras que el ex dictador tramó para mantener oculta una fortuna calculada hasta ahora en 27 millones de dólares desplomaron el argumento de su incapacidad mental.
Muñoz dejó el caso hace algunas semanas, al ser ascendido a la Corte Suprema y en su lugar fue nombrado el juez Carlos Cerda, lo que para Pinochet significó, según los querellantes del juicio, escapar de la olla para caer en las brasas.
En pocas semanas, Cerda completó el cerco, interrogó cuatro veces a Pinochet y hoy, miércoles, lo procesó y ordenó su arresto domiciliario.
De forma paralela ha avanzado el juicio por la 'Operación Colombo', que el juez Guzmán dejó el pasado abril, al jubilarse, no sin antes procesar a diez ex mandos de la DINA, incluido su antiguo jefe, Manuel Contreras.
El pasado 6 de julio Pinochet fue desaforado en este caso, para ser investigado por 15 de las 119 víctimas de esa operación y el nuevo juez del caso, Víctor Montiglio, tras ordenar nuevos exámenes médicos que determinaron que está mentalmente apto para afrontar un juicio, logró avances decisivos.
Los exámenes determinaron que Pinochet 'sobresimuló' su estado de salud, cosa que era de dominio público cuando Pinochet salió en silla de ruedas de Londres y se levantó ágilmente ante las cámaras de televisión al llegar a Chile.
Montiglio interrogó a Pinochet la semana pasada, lo careó con Contreras y tiene el caso a punto de dictar un procesamiento, que ya fue solicitado por los querellantes.
Incluso, en los tribunales se comentaba si sería Cerda o Montiglio quien daría el primer golpe y si llegaría antes del 90 cumpleaños del jubilado general, este 25 de noviembre.
Así, el panorama judicial de Pinochet se ha oscurecido de tal manera que su abogado defensor, Pablo Rodríguez, ha terminado por reflotar un lenguaje olvidado desde hace años, al atribuir las penurias de su cliente a "una persecución del marxismo internacional".
El "huracán" Cerda (El Pais)
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