setembro 17, 2004

El Líbano prohíbe "El Código da Vinci"

El Gobierno del Líbano ha prohibido la venta del exitoso libro de Dan Brown, 'El Código da Vinci' , después de que los líderes de la comunidad católica local se quejaran de que la obra es ofensiva para la cristianismo.

Según aseguran los libreros libaneses, las autoridades les ordenaron retirar de las estanterías las versiones de 'El Código da Vinci' en francés, inglés y árabe, al tiempo que han prohibido a las editoriales que las sigan distribuyendo.


London Metro - foto de Rui Ferreira


"Era uno de nuestros libros más populares", se lamentó Roger Haddad, director adjunto de la librería Virgin, que está situada en el centro de Beirut. "Esto es censura, la gente debería poder leer lo que quiera... El libro es ficción, todo el mundo sabe que es ficción. Ni es político, ni es propaganda ni es historia".

En 'El Código da Vinci' un profesor desvela los acertijos supuestamente escondidos en las obras religiosas del famoso pintor italiano.

A juicio del Centro de Información Católica del Líbano, cuyas críticas parecen haber motivado la prohibición, el libro ataca el cristianismo con demasiada fuerza para un país que tiene una larga historia de conflictos sectarios.

"Hay párrafos que atacan las mísmisimas raíces de la religión cristiana... Dice que Jesucristo mantuvo una relación sexual con María Magdalena y que tuvieron hijos", asegura el presidente del centro, el sacerdote Abdu Abu Kasm.

"Para nosotros esas cosas son difíciles de aceptar, aunque se trate de ficción. El Líbano es un país con muchas comunidades religiosas y todavía hay leyes que prohíben la publicación de artículos que ofrendan a esas comunidades", explica.

"Podemos entender el mosaico cultural libanés, pero eso no nos permite aprobar la prohibición", señaló por su parte el presidente de la empresa editorial, Bassam Chebaro.

Un fuente del Ministerio del Interior explicó que El Líbano, patria de musulmanes, cristianos y drusos, lleva años pidiendo consejo a las autoridades religiosas sobre libros potencialmente problemáticos. "Debemos trabajar en defensa del interés público, prohibiendo todo lo que pueda agravar los prejuicios sectarios u ofender a las religiones".