dezembro 23, 2004

La política portuguesa se "berlusconiza"

Los dos principales candidatos a primer ministro fueron estrellas de un programa televisivo
Por Margarida Pinto
El País

Dos ex estrellas de un programa de debate político de la televisión portuguesa aspiran al cargo de primer ministro en las elecciones anticipadas del próximo 20 de febrero. Los dos principales actores de la campaña electoral que se avecina, son Pedro Santana Lopes, líder del conservador Partido Social Demócrata (PSD) y aún primer ministro; y José Sócrates, secretario general del Partido Socialista (PS). Los dos vuelven a coincidir después de enfrentarse durante casi dos años en un programa dominical de la cadena pública RTP.

Para muchos analistas y periodistas portugueses, Sócrates y Santana Lopes no pasan de ser candidatos de ocasión, que ganaron popularidad gracias a la televisión y ascendieron en sus partidos más debido a la mercadotecnia que a sus propuestas e ideas políticas.

La cuestión ha llenado la prensa portuguesa de artículos e inflamadas columnas de opinión -del ex presidente Mário Soares, por ejemplo- que lamentan la llegada al poder de "figuras menores, sin densidad política consistente". El diputado socialista Medeiros Ferreira llegó a decir que Sócrates y Santana Lopes representan "la victoria del poder berlusconiano en Portugal".

En el fondo, lo que está ocurriendo en el sistema político portugués es "un cambio generacional, tanto de los líderes como del electorado", dice André Freire, conocido y prestigioso politólogo, investigador del comportamiento del electorado luso desde el fin de la dictadura, en 1974.

"La democracia tiene 30 años. Lo normal es que la clase política se renueve. Además, ésta es la era mediática, el grueso de la comunicación en nuestras sociedades se hace a través de los medios de comunicación. Un partido o un líder, para afirmarse y hacer llegar su mensaje, tiene que saber comunicar bien a través de la prensa. Eso hacen los nuevos líderes y la mayoría de los partidos", añade.

Para este experto, es exagerado decir que tanto Santana Lopes como Sócrates son meros productos mediáticos. "Por otra parte, yo veo bastantes diferencias entre los dos", añade. "El líder socialista no se limitó a participar en programas de televisión de análisis político. Es verdad que tiene una excelente capacidad de comunicación y una buena relación con la prensa, pero tiene también en su currículo una experiencia de partido y gubernamental que le ha dado notoriedad", destaca André Freire.



Santana Lopes "tiene una carrera política más larga (lo que implica más exposición mediática), y sus intervenciones en la televisión y en la vida pública fueron más allá de la política. Santana Lopes fue también presidente de un club de fútbol [el Sporting de Lisboa], participó en programas deportivos, es una especie de figura de la jet set nacional, sale mucho en la prensa rosa, llegó a entrar en un concurso de televisión que era un reality show.

Tengo muchas dudas en afirmar que Sócrates es un producto mediático. Con relación a Santana Lopes, tengo algunas, pero lo fundamental es que su exposición mediática es sustancialmente distinta", concluye.

José Sócrates, de 47 años, fue secretario de Estado y ministro de Medio Ambiente de António Guterres. De hecho, es conocido como "delfín de Guterres", pero también como "el político Armani", por lo cuidado de su imagen. De su etapa en el Gobierno, se le recuerda por defender causas poco comunes, como la defensa del consumidor, la implantación de programas contra la drogadicción o por no temer a intereses instalados.

Pero como líder del PS, cargo que asumió en octubre pasado, "apenas ha presentado soluciones y orientaciones políticas para el país", dice André Freire.

En su carrera política, Pedro Santana Lopes, 48 años, fue secretario de Estado de Aníbal Cavaco Silva y alcalde de Figueira da Foz y de Lisboa, pero "su camino fue marcado por abandonar los cargos en medio de sus mandatos o por hacer promesas espectaculares que no cumplió", destaca el experto. "Y como primer ministro, reveló falta de sentido de Estado, incompetencia y descoordinación". ¿Y no fue víctima de prejuicios por parte de la prensa? "Sí, pero dio demasiadas razones para que así fuera", defiende Freire.

El contexto de la era mediática, unido a una sociedad dominada por la clase media, más moderada, y a la estrategia de los grandes partidos de cautivar a distintos segmentos sociales, ha dado lugar a la desideologización de los dos mayores partidos portugueses. Por eso, para este experto, es importante y urgente que PSD y PS "presenten proyectos movilizadores y creíbles" al electorado y "que expliquen en qué son distintos", para que la abstención no acabe ganando este combate mediático.