setembro 25, 2005

IRAK / Galopante corrupción

Dos historias recientes de Irak dejan entrever que la preparación de la fuerza policial y del ejército para que asuman el control de la seguridad de manos de fuerzas estadounidenses y británicas no está avanzando bien. Estos incidentes hacen surgir preocupantes interrogantes con respecto a cuándo precisamente estarán regresando a casa las tropas de Estados Unidos y Gran Bretaña:

• A principios de semana en Basora, dos integrantes de los Servicios Especiales de la Fuerza Aérea (SAS) de Gran Bretaña fueron capturados por la policía iraquí. Resulta confuso lo que sucedió en las horas siguientes, pero con el tiempo los británicos recurrieron a la fuerza para rescatar a los hombres. Las autoridades iraquíes presentaron objeciones, pero los británicos adujeron que habían actuado debido a que la fuerza policial de Irak ha sido infiltrada por insurgentes. Y los británicos temían por la seguridad de sus hombres.

Al principio, los iraquíes negaron dicha infiltración, pero un día después admitieron que tienen un gran problema con insurgentes que se hacen pasar por agentes policiales. Hasta que se pueda acabar de raíz con esos insurgentes, lo cual requerirá de cierto tiempo, la fuerza de policía iraquí seguirá siendo un socio no confiable. Sobre todo, un socio incapaz de asumir el control de los deberes de seguridad que actualmente desempeñan las tropas extranjeras. En Gran Bretaña surgió de inmediato la pregunta: ¿qué significa esto para una estrategia de salida? Nada bueno.

• Una historia que se ha reproducido considerablemente en el mundo árabe y en Gran Bretaña, aunque muy poco en Estados Unidos, involucra un escándalo en el Ministerio de Defensa de Irak. Poco después que la Autoridad Provisional de la Coalición cedió el control a los iraquíes -- pero al tiempo que cada ministerio seguía rebosante de asesores estadounidenses y estaba controlado por directores nombrados por Estados Unidos -- más de $1,000 millones fueron robados del Ministerio de Defensa. Funcionarios a cargo de adquisiciones supuestamente compraron nuevas ametralladoras de fabricación estadounidense por $3,500 cada una, pero en realidad compraron copias egipcias cuyo valor individual es de $200. Los nuevos helicópteros comprados a Polonia resultaron ser máquinas soviéticas usadas, con 28 años de servicio. Además, los vehículos para la transportación de personal que supuestamente fueron comprados a elevados precios en dólares muestran un blindaje tan ligero que son inútiles. Y la lista sigue y sigue a este mismo tenor.

En un artículo publicado en el diario británico Independent, Patrick Cockburn dijo: ``El Consejo Iraquí de Suprema Auditoría indica en un informe dirigido al gobierno iraquí que oficiales en el ministerio de la Defensa, nombrados por Estados Unidos, presuntamente habían presidido sobre estas dudosas transacciones''.

Cockburn prosigue, diciendo que los oficiales iraquíes no pueden comprender ``cómo pudo pasar inadvertida la desaparición de casi la totalidad del presupuesto de adquisiciones entre militares estadounidenses en Bagdad y asesores civiles que trabajan en el Ministerio de la Defensa''.

Cockburn informa que más de $500 millones desaparecieron de otros ministerios durante el mismo período. Agrega: ''La suma faltante a lo largo de un período de ocho meses, entre el 2004 y el 2005, equivale a los $1,800 millones que Saddam Hussein presuntamente recibió en sobornos bajo el programa de Naciones Unidas de petróleo por alimentos'' en cinco años. Las fuerzas armadas de Estados Unidos, nota, estaban ``en una posición mucho mejor que Naciones Unidas para vigilar casos de corrupción''.

Lo anterior da la impresión de ser un escándalo al cual las autoridades estadounidenses deberían aplicar un rigor investigativo por lo menos igual al que aplicaron al problema de corrupción en el programa de petróleo por alimentos de Naciones Unidas. Sin embargo, el punto de mayor importancia es que eso ha dejado al incipiente ejército iraquí muy mal pertrechado, demorando el anhelado día cuando dicha fuerza esté lista para asumir el control de manos de estadounidenses y británicas.

¿Cuándo regresarán a casa finalmente las fuerzas estadounidenses? Debido a la presencia de insurgentes en la policía iraquí y de oficiales corruptos que se benefician con los fondos de adquisiciones del ejército iraquí, será mucho más tarde de lo que debiera ser.

EDITORIAL
Minneapolis Star Tribune