janeiro 20, 2006

CUBA / Una pregunta colateral

Esta semana terminó la huelga de hambre de un activista exiliado cubano. En juego estaba la reclamación por la deportación a Cuba de un grupo de balseros encontrados en el pilar de un puente abandonado, en el sur de la Florida. Al margen del hecho de que fue una cabronada de la administración Bush, porque los balseros estaban en territorio americano, me viene al espirito otra cuestión.

Hoy mismo, según los despachos de las agencias, autorizaron que un equipo de béisbol viniera a Estados Unidos, desde Cuba, a jugar en un mundial de grandes ligas, pese a la oposición de los exiliados. Lo dice la EFE: "De acuerdo al portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan, tanto el presidente Bush como su administración siempre desearon resolver el asunto de una manera positiva".

La comunidad exiliada dio al presidente Bush unos 700 mil votos en la última elección presidencial -contribuyendo decisivamente al resultado final-, tiene tres congresistas y dos senadores, en Washington. Entonces, ¿dónde está su capital político? ¿porqué hay que hacer una huelga de hambre para ser recibido por la administración?

¿Qué más falta por suceder para que se den cuenta de que para la Casa Blanca son, literalmente, un cero a la izquierda? [RF]