dezembro 30, 2004

A idiota do ano

A SIC Notícias deu uma reportagem onde entrevistaram portugueses que partiram depois da tragédia para a Tailândia, mantendo as férias marcadas como antes de tudo acontecer.


Dulce Ferreira respondeu que já tinha as férias marcadas, que não tinha ficado nada preocupada com o que tinha acontecido, porque os pais, que lá estavam, tinham enviado uma msg a dizer que tinha havido "uns tsunamis e umas coisas", mas estavam bem.

Quando a jornalista lhe pergunta se estava triste com toda a situação Dulce Ferreira respondeu "sim, claro, agora já não vou ter todas as condições de férias que iria ter se por acaso não tivesse acontecido nada disto. Por outro lado, estou contente, porque vejo as coisas mais ao natural, como elas são."

Esclarecimento: O editor do Gambá esclarece que a jovem turista não é familiar seu, nem mantém qualquer tipo de relação com ela.

"Bailaba con lobos"



Por José Saramago

No volveremos a ver la melena blanca de Susan Sontag, no escucharemos nunca más su voz fuerte y a la vez aterciopelada, no encontraremos en los periódicos los artículos de análisis, de crítica y también de protesta e indignación que nos aseguraban que la honradez intelectual seguía obstinada en no ser una mera conjunción de vocablos.

Tampoco sus novelas y ensayos luminosos tendrán continuación. Ahora mismo los Estados Unidos deberían de estar de luto si el luto cívico fuera, hoy por hoy, en este país, compatible con la atmósfera perversa y enrarecida que el poder da a respirar a la mentalidad de sus ciudadanos.

Susan Sontag "bailaba con lobos", ella misma era una loba, y a veces ululaba de desesperación porque el dolor no se acaba en el mundo, porque la guerra no se acaba en el mundo, porque lo humano tarda en llegar y lo inhumano nos va calcando a los pies todos los días y en todos los lugares. Adiós, Susan, no volveremos a vernos.

Te voy a echar de menos, te lo aseguro. Tú ya eres, según el tópico manido, una "pérdida irreparable". Mañana comenzaremos a saber mejor hasta qué punto.

Exército brasileiro: "Estamos com o governo"

O comandante do Exército brasileiro, Francisco Albuquerque, disse ontem que a Força está com o governo e fará o que o Planalto determinar sobre a abertura dos arquivos do regime militar. Albuquerque, que resistira a divulgar nota lamentando a morte do jornalista Vladimir Herzog em recente episódio que resultou na demissão de José Viegas do Ministério da Defesa, disse ainda que deseja que "todos encontrem os restos mortais de seus parentes, porque isso é humano". Reafirmou, porém, que o Exército não tem documentos sobre a Guerrilha do Araguaia.

Apesar de entre os militares haver resistência à abertura dos arquivos, o general negou isso oficialmente:

— Nunca houve resistência por parte do Exército. Estamos com o governo, o governo nos orienta. E atendemos a toda orientação legal, a toda orientação que vier. Não há por que temer, não há por que se preocupar. Vamos olhar para frente. [O Globo]


O general...

Uma menção apenas: o preocupante aquí é que o Exército tenha de reafirmar públicamente que está com o governo. Eu pensava que em democracia essa questão nunca se colocava porque supõem-se que os exércitos devam subordinação aos civis, quanto mais não seja porque vivem à conta dos impostos que a sociedade civil paga. Ou seja, não há diferença nenhuma entre um general e o jardineiro do município. Mas, talvez sejam apenas impressões minhas. [RF]

A rota das Ilhas

A Armada portuguesa não controla as águas, falta de vigilância no Aeroporto de Porto Santo ou na Marina do Lord, na Madeira. Os investigadores são poucos e os estupefacientes estão a chegar por todo o lado. Eis o diagnóstico da Polícia Judiciária para a Madeira e os Açores. Uma reportagem de O Independente.

dezembro 29, 2004

Descansa en guerra



por Alejandro Armengol

Al final, la política y la enfermedad lograron que Susan Sontag perdiera la batalla (una metáfora que ella despreciaba) y no lograra ver la derrota inevitable --aunque pospuesta temporalmente-- de la política del presidente George W. Bush. Lo peor no es sin embargo su muerte, sino presenciar otra señal de que el pensamiento intelectual progresista, que esta norteamericana inquieta ayudó a definir e imponer, está en franca retirada. Más allá de la pérdida de una ensayista brillante, hay que lamentar su falta ahora que se reducen las posibilidades de escuchar y leer opiniones críticas sobre el camino escogido por Washington. Una entrevista a la Sontag --apenas un par de afirmaciones dichas al reportero de ocasión-- significaba una esperanza en medio de tantas conferencias de prensa inútiles y discursos llenos de mentiras. Hoy esta esperanza ya no existe.

Nadie como Susan Sontag representó el compromiso intelectual -en el mejor sentido del término, lejos de los vicios partidistas- en la segunda mitad del siglo apenas concluido.

Fue la voz y la representación de la vanguardia artística y política cuando ésta aún constituía un futuro. Luego se convirtió -siempre lo fue- en parte de la conciencia crítica de un mundo empeñado en repetir errores, pese a la desaparición del bloque soviético, la caída del Muro de Berlín y el fin de la represión comunista en buena arte del planeta. Ella estuvo presente en algunos de los principales conflictos mundiales tras la desaparición de la Unión Soviética, para llamarnos la atención de que aún quedaba mucho por hacer. Esta participación destacada no la libró de cometer errores, pero le dio la posibilidad de enmendarlos. Nunca se detuvo a la hora de cambiar de opinión. Con el mismo fervor lanzó una idea, apoyó un proceso y luego modificó su punto de vista cuando se dio cuenta que iba por el camino equivocado. A nadie le cuadró mejor la definición de "una mujer de carácter''. Su obituario en The New York Times quiso ser más completo a la hora de describirla, y en un sólo párrafo acumuló 42 adjetivos con los cuales se intentó caracterizarla en un determinado momento de su vida. Tanta pasión la acercó a una heroína de novela del siglo XIX, su capacidad de discusión la identificaron sobre todo con la cultura europea, pero su vocación por el cambio y el afán de protagonismo la definieron como un típico producto norteamericano, en lo mejor que tiene este concepto: vitalidad y optimismo.

Aunque Susan Sontag deja una obra narrativa, es en sus ensayos donde radica su importancia. Sus Notas sobre el camp no sólo ayudaron a definir un fenómeno. Este ensayo --que le brindó fama mundial-- abrió el camino a las novelas de Manuel Puig, las películas de Pedro Almodóvar y las interpretaciones de Caetano Veloso. También extendió las fronteras interpretativas de la obra artística y sirvió de estandarte para creaciones cuyo estilo rebuscado se impone sobre el contenido, hasta entonces rechazadas por la alta cultura y que adquirirán gran importancia a partir del movimiento pop. Sontag nos libra de la culpa a la hora de disfrutar del artificio, al tiempo que da cabida a lo cursi dentro de la sensibilidad. A partir de ese momento --para bien y para mal-- el amaneramiento cuenta con criterio estético.

El concepto del camp tuvo una importancia extraordinaria en la cultura homosexual cubana de la década de los años setenta, que atravesaba uno de los períodos de mayor represión. Identificados con un criterio que reivindicaba buena parte de sus gustos, muchos homosexuales --obligados a escoger entre el clóset y la cárcel-- repetían el hombre y los criterios de una autora por entonces identificada con el proceso revolucionario.

Vieron en ella no a una madrina, pero sí a una defensora, al menos en el campo estético, que podían mencionar en cualquier intento de ridiculizarlos. En su "larga y arbitraria lista'' --según la definió Guillermo Cabrera Infante-- de notorios fenómenos camp, Sontag incluyó a "la popular cantante cubana La Lupe''. Su desconocimiento de la música cubana le impidió agregar otro nombre: Bola de Nieve, el intérprete que mejor representa al camp musical cubano, y del que Veloso es un deudor reconocido.

Precisamente el caso cubano es uno de los mejores ejemplos de la honestidad que obligó a Sontag a más de un cambio de opinión. De intelectual viajera a la isla y defensora del proceso en sus primeros años, pasó a ser una de sus críticas más destacadas dentro de la intelectualidad de izquierda norteamericana. Luego de firmar la carta de protesta por el encarcelamiento del poeta Heberto Padilla --y abogar posteriormente en favor de su salida de Cuba-- siempre que fue necesario volvió a criticar al régimen. La última ocasión ocurrió en Colombia, donde increpó a Gabriel García Márquez por su renuencia a asumir una posición en defensa de los disidentes encarcelados en la primavera del 2003.

Toda muerte provoca inevitablemente la evocación de la persona viva. Fue una tarde de sábado, en el vestíbulo del Hotel Intercontinental de Miami, cuando por primera y única vez estuve sentado frente a Susan Sontag en un ambiente informal, gracias a que se encontraba allí Cabrera Infante --que terminó siendo su amigo durante muchos años de exilio. Yo había salido de Cuba pocos meses atrás y luego de las presentaciones generales, el grupo reunido se dividió en conversaciones de dos y tres que hablaban en uno y otro idioma y casi al mismo tiempo.

Durante un buen rato me limité a mirar a esa mujer que consideraba y era una celebridad desde mucho antes, cuando en La Habana oí hablar por primera vez del camp y desprecié la idea como pura mariconería. Su figura no dejaba de ser imponente, y el rostro duro y el mechón de pelo blanco contribuían a darle una autoridad más física que intelectual, ya que desconocía la mayor parte de su obra. Pero al mismo tiempo, había en ella una vitalidad y una franqueza en su sonrisa que impedían que me sintiera intimidado. Por entonces tampoco sabía que esa vitalidad obedecía a una poderosa fuerza de voluntad, gracias a la cual había conseguido sopreponerse a un cáncer del pecho, una mastectomía y las enormes dosis de radiación a las que se había sometido, tras obligar a los médicos a que la sometieran a un tratamiento tan radical cuando le daban pocas esperanzas de sobrevivir.

Susan Sontag parecía ajena a todo eso -no sólo a mi presencia- y se limitaba a chismear con alguien a su lado. Imaginé que estaban haciendo trizas a medio mundo intelectual neoyorquino o más allá de Manhattan. Esa es la polemista que vi aquella tarde y que nunca realmente llegué a conocer. Salvo por sus libros. Lo mejor de una vida que tanto luchó por conservar para seguir peleando siempre, imperecedera más allá del recuerdo breve de una tarde miamense.

(C)AA2004

dezembro 28, 2004

Susan Sontag



1933 - 2004

Beijo da Rua!

O Gambá sempre solidário com a classe trabalhadora, de aquém e além sexo, adere à iniciativa democrática, pluripartidista e pluricontinental de divulgação da edição online do semanário Beijo da Rua, dedicado às meninas que todo os dias no Brasil dão literalmente o corpinho ao manifesto. Bem Hajam!

dezembro 27, 2004

Rio de Janeiro. 2004



In this photo released by Agencia Estado, people watch a burned body on a street of Rio de Janeiro, Brazil, on Sunday, Dec 26, 2004. Drug gang members set fire to the dead body left in a garbage can on a main street following a gun battle between rival gangs and police, officials said Monday. (AP Photo/Tasso Marcelo-AGENCIA ESTADO)

It Seemed Like a Scene From the Bible

By Michael Dobbs (*)

WELIGAMA, Sri Lanka, Dec. 26 - Disaster struck with no warning out of a faultlessly clear blue sky.

I was taking my morning swim around the island that my brother Geoffrey, a businessman, had bought on a whim a decade ago and turned into a tropical paradise 200 yards from one of the world's most beautiful beaches.

I was a quarter way around the island when I heard my brother shouting at me, "Come back! Come back! There's something strange happening with the sea." He was swimming behind me, but closer to the shore.



I couldn't understand what the fuss was about. All seemed peaceful. There was barely a ripple in the sea. My brother's house rests on a rock 60 feet above the level of the sea.

Then I noticed that the water around me was rising, climbing up the rock walls of the island with astonishing speed. The vast circle of golden sand around Weligama Bay was disappearing rapidly, and the water had reached the level of the coastal road, fringed with palm trees.

As I swam to shore, my mind was momentarily befuddled by two conflicting impressions -- the idyllic blue sky and the rapidly rising waters.

In less than a minute, the water level had risen at least 15 feet, but the sea remained calm, with barely a wave in sight.

Within minutes, the beach and the area behind it had become an inland sea that rushed over the road and poured into the flimsy houses on the other side. The speed with which it all happened seemed like a scene from the Bible, a natural phenomenon unlike anything I had experienced.

As the waters rose at an incredible rate, I half expected to catch sight of Noah's Ark.

Instead of the ark, I grabbed a wooden catamaran that the local people used as a fishing boat. My brother jumped on the boat next to me. We bobbed up and down on the catamaran as the water rushed past us into the village beyond the road.

After a few minutes, the water stopped rising, and I felt it was safe to swim to the shore. What I did not realize was that the floodwaters would recede as quickly and dramatically as they had risen.



All of a sudden, I found myself being swept out to sea with startling speed. Although I am a fairly strong swimmer, I was unable to withstand the current. The fishing boats around me had been torn from their moorings, and were bobbing up and down furiously.

For the first time, I felt afraid, powerless to prevent myself from being washed out to sea.

I swam in the direction of a loose catamaran, grabbed the hull and pulled myself to safety. My weight must have slowed the boat down, and soon I was stranded on the sand.

As the water rushed out of the bay, I scrambled onto the main road. Screams were coming from the houses beyond the road, many of which were still half full of water that had trapped the inhabitants inside. Villagers were walking, stunned, along the road, unable to comprehend what had taken place.

I was worried about my wife, who was on the beach when I went for my swim. I eventually found her walking along the road, dazed but happy to be alive. She had been trying to wade back to our island when the water carried her across the road and into someone's back yard. At one point she was underwater, struggling for breath. She finally grabbed onto a rope and climbed into a tree, escaping the waters that raged beneath her.

Our children were still asleep when the tsunami struck at 9:15. They woke up to find the bay practically drained of water and their parents walking back across the narrow channel to safety.

The waves raged around the island for the rest of the day, alternately rising and receding.

It took us many hours to realize the scale of the disaster, because we could see only the tiny part in front of us. The road from Weligama to Galle was cut in many places. The coastal road was littered with carcasses of boats, dogs and even a few dead sharks. Helicopters flew overhead and loudspeaker vans warned residents to leave low-lying areas for fear of more tsunamis.



My brothers' little island, called Tapbrobane after the ancient name of Sri Lanka, was largely intact, although a piece of our gate ended up on the seashore half a mile away. The water rose about 20 feet toward the house.

We have no water and no electricity and are cut off from the rest of Sri Lanka. It is impossible to buy food. We are existing on cold ham and turkey sandwiches, leftovers from Christmas dinner.

The holiday that we planned and dreamed about for many months is in ruins. We feel fortunate -- fortunate to be alive.

(*)
Washington Post Staff Writer

© 2004 The Washington Post Company

O crak do Flamengo...



Mas não um crak qualquer. É o Nicolas....

Vacaciones insólitas



por Alejandro Armengol

Llaman la atención algunos destinos turísticos que aparecen en la sección de viajes de The New York Times del fin de semana pasado. Irak, Afganistán y el recorrido en motocicleta de Ernesto Che Guevara por Latinoamérica atraen a los que -a causa de su trabajo o atraídos por un afán de aventura- están dispuestos a arriesgarse a conocer sitios que la mayoría prefiere observar en la televisión.

Dos guías de viaje publicadas por Globe Pequot Press ofrecen consejos a los que esperan recorrer las calles de Bagdad y Kabúl. Son Kabul: The Bradt Miniguide, por Dominic Medley y Jude Barrand, y Baghdad: The Bradt City Guide. Sus lectores primordiales parece ser periodistas con la esperanza de poder salir de la habitación del hotel al llegar a una y otra ciudad, y sobrevivir para contarlo. No carecen de consejos útiles, que justifican la inversión de $12.95 que cuesta cada libro.

Por ejemplo, al llegar a Bagdad lo mejor es seleccionar un cuarto que no tenga vista a la calle, y así evitar en lo posible el riesgo de ser despedazado por la explosión de un carro bomba. Las habitaciones de los pisos superiores son preferidas, aunque no ciento por ciento seguras, si ocurre un atentado con lanzagranadas. En cualquier caso, es aconsejable tener a mano un paquete de agujas hipodérmicas, para si se requiere una transfusión de sangre.



Si viaja en avión, recuerde que las aerolíneas comerciales no siempre son una garantía de seguridad. Por ejemplo, en Afganistán los trabajadores de Naciones Unidas saben que su seguro no cubre los viajes privados por la línea aérea Ariana Afghan Airlines. En Irak, los días de cielo despejado suelen ser buenos para observar el paisaje, pero también más peligrosos ante la amenaza de un ataque con cohetes.

Si se toman en consideración estas precauciones -y algunas más- se pueden disfrutar mejor las ventajas de la visita. Por ejemplo, ahora en Kabúl han vuelto a abrir las peluquerías. También se puede ver una película al aire libre y asitir a espectáculos de música en vivo. “Hay mucho que ver en esta ciudad, pese a que casi todo está en ruina”, expresa la guía. En Bagdad es posible encontrar cafés con servicio de internet y si se celebra un evento deportivo, es un consuelo conocer que el equipo iraquí ya no está dirigido por Uday Hussein, el sanguinario hijo de Saddam.

La ruta del Che en Latinoamérica es un destino más apacible, aunque no al alcance de todos. Luego del éxito de la película The Motorcycle Diaries, muchos jóvenes muestran interés por hacer ese recorrido -que incluye Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Eso sí, se necesita dinero. Una compañía de Londres ofrece dos tours en el 2005 -de Buenos Aires a Lima- por un precio entre $4,500 y $5,000. No se incluye la motocicleta ni el pasaje aéreo. Otra, con sede en Texas, contempla el embarque de la moto del cliente -de Houston a Santiago, en Chile- pero a un costo de $6,950. Definitivamente, el culto al Che continúa siendo un pecado burgués.

(C) AA 2004

dezembro 26, 2004

My kind of...

¿LAS SOMBRAS SE HAN IDO?



Por Bernardo Marqués Ravelo

Este primero de enero, Fidel Castro Ruz cumple cuarenta y seis años en el poder. Se dice fácil. Casi un campeón mundial, si no se pasa por alto la trayectoria del norcoreano Kil Il Sung, que lo iguala en el ejercicio de la dictadura.

Yo acababa de cumplir los once, en aquella fragorosa mañana de 1959, y recuerdo las primeras sensaciones como si fueran hoy: Fulgencio Batista partía en la madrugada, de modo que mi padre —que era militante comunista— no tendría que vivir más en la clandestinidad, los barbudos al fin habían triunfado, la vida comenzaría a cambiar y ya no seria igual. Y en efecto: así fue.

Décadas y décadas haciendo y deshaciendo al frente de los desatinos de la isla parece que va a ser el saldo de la historia personal de este hombre, en el que “las masas irredentas” confiaron, como nunca antes. Un personaje que llegó al poder en un apoteósico baño de pueblo, tras librar una guerrita de veinticinco meses en las colinas y valles de la Sierra Maestra, mientras las células clandestinas del 26 de Julio y del Directorio Revolucionario se desangraban en los llanos y ciudades de todo el archipiélago.

Los que conocieron al Guajiro — como le decían en la universidad de La Habana—, no confiaban en él, que llegó a los primeros planos de las noticias después de una peripecia insólita: el fallido asalto de la segunda fortaleza militar de Cuba: el cuartel Guillermón Moncada, en Santiago.

Para los políticos avezados de esa hora, el acto fue de un arrojo suicida, fraguado por aquel tarambana, aventurero y pica pleitos, que tenía fama de temerario. En realidad, Castro buscaba un golpe de efecto. Triunfara o no la acción, conseguiría pasar a la actualidad, y capitalizaría así una circunstancia que debía situarlo en el corazón de la escena política de aquellos tiempos. Y lo logró.

No voy a hacer historia, porque es asaz conocida. Lo cierto es que en aquella mañana, consiguió hacerse del poder, y de ahí en adelante “la tierra más hermosa que ojos humanos vieren”, comenzó a padecer uno de los muchos horrores del régimen: fusilamientos, presidios, torturas, exilio y un largo etcétera que nos deja un extraordinario mal sabor en el alma.

Confieso —con cierta vergüenza, por razones obvias— que abracé la revolución, y creí en ella hasta el tuétano. Hasta el punto de no darle crédito a los testimonios que me llegaban por una u otra vía. No, no era posible. El espíritu humanista del proceso social estaba a salvo y con seguridad no se cometían ni una sola de las infamias y miserias de las que se le acusaban. Eso creía.

Pero todo es secreto hasta un día y el sol no se puede tapar con un dedo. Creo que fue Lincoln quien dejó escrito que se puede engañar a un pueblo un tiempo, a parte de ese pueblo otro tiempo. Pero que no se podía engañar a toda la gente, todo el tiempo.

En una mala hora de 1980 encaré la realidad, que ya me había abofeteado unos meses antes, cuando se produjo el diálogo con la comunidad cubana del exilio y los dirigentes locales. En ese año, poco más de cien mil cubanos se lanzaron a las calles a patentizar su repudio, primero, y después iniciaron un éxodo masivo, sin precedente en la historia de la islita.

Me hundí en una depresión “color de muerto”. Estuve a punto de suicidarme, yo que jamás he experimentado tales impulsos. Me alojé, me hice fuerte en varios meses de una tristeza irremediable. Y me pasaron por los huesos y la piel casi diez años soportando y padeciendo el régimen. Desencantado y con una esterilidad agónica.

Y al fin, pude “hacer algo”. Que no fue mucho. Pero marcó, de forma indeleble, un instante de nuestra historia reciente: la firma de la Declaración de los Intelectuales Cubanos, documento que también suscribieron varios escritores de prestigio, entre ellos, Raúl Rivero, que cito por ser el único que permanece en Cuba.

Después tuve que tomar las de Villadiego y emigrar. Llevo más de diez años en el exilio y estoy a punto de recibir la ciudadanía norteamericana. En estas tierras de libertad he vuelto a renacer. Me volví a casar, y ahora empleo mi tiempo, que es mucho, en refrescar manzanilla y redactar papeles y más papeles, con la esperanza de convertirlos, después (cualquier día de estos), en una novela.

Este principio de año señala la ascensión de Fidel Castro a su poder personal, absoluto, dramático, trágico, mesiánico y mezquino por muchas razones, que no valen la pena siquiera enumerar. Han pasado cuarenta y seis almanaques. Un tiempo enorme, si se mira con detenimiento y se tiene en cuenta que la vida promedio de un criollo no rebasa los setenta.

Dice uno de los médicos cubanos del tirano, que éste vivirá más de cien años. Me niego a creerlo. ¿Lo habrán clonado? ¡Dios mío, qué horror! En todo caso, tengo esperanza de que así no sea.

Porque creo que estamos en las últimas, que a lo mejor se demora todavía unos años más y le rompe la cuenta al mariscal coreano. Todo puede suceder con este “personaje diabólico”, como lo califica uno de sus cercanos e íntimos enemigos: Rafael Díaz Balart.

Comencé con un verso de Jesús Horta, el Indio Naborí, y que ahora quiero citar, casi completo: “¡Primero de Enero!/ Luminosamente surge la mañana,/ ¡Las sombras se han ido!/ Fulgura el lucero/ de la redimida Bandera Cubana...” Lo que en realidad brilla son las sombras. El hambre, la discriminación racial, la prostitución, el vicio, la corrupción administrativa, y un largo ramillete de oprobios y vergüenzas, que nos ha dejado la revolución cubana, hasta el momento.

Que Dios se apiade de nosotros. Y que así sea.
Enero de 2005, Miami.

dezembro 25, 2004

Espero que tenham passado um Feliz Natal(*)



(*)Hope you have a Merry Christmas!
(*)Espero que haya pasado una Feliz Navidad.

dezembro 23, 2004

¿En serio? No jodan...

Mozambique: gana el candidato oficial

Armando Guebuza obtuvo 64% de los votos, aunque el principal partido de oposición, Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), calificó los comicios de "fraudulentos". Según el jefe de la Misión de Observación de la Unión Europea (MOE), Javier Pomés, el proceso electoral estuvo plagado de "irregularidades".

La política portuguesa se "berlusconiza"

Los dos principales candidatos a primer ministro fueron estrellas de un programa televisivo
Por Margarida Pinto
El País

Dos ex estrellas de un programa de debate político de la televisión portuguesa aspiran al cargo de primer ministro en las elecciones anticipadas del próximo 20 de febrero. Los dos principales actores de la campaña electoral que se avecina, son Pedro Santana Lopes, líder del conservador Partido Social Demócrata (PSD) y aún primer ministro; y José Sócrates, secretario general del Partido Socialista (PS). Los dos vuelven a coincidir después de enfrentarse durante casi dos años en un programa dominical de la cadena pública RTP.

Para muchos analistas y periodistas portugueses, Sócrates y Santana Lopes no pasan de ser candidatos de ocasión, que ganaron popularidad gracias a la televisión y ascendieron en sus partidos más debido a la mercadotecnia que a sus propuestas e ideas políticas.

La cuestión ha llenado la prensa portuguesa de artículos e inflamadas columnas de opinión -del ex presidente Mário Soares, por ejemplo- que lamentan la llegada al poder de "figuras menores, sin densidad política consistente". El diputado socialista Medeiros Ferreira llegó a decir que Sócrates y Santana Lopes representan "la victoria del poder berlusconiano en Portugal".

En el fondo, lo que está ocurriendo en el sistema político portugués es "un cambio generacional, tanto de los líderes como del electorado", dice André Freire, conocido y prestigioso politólogo, investigador del comportamiento del electorado luso desde el fin de la dictadura, en 1974.

"La democracia tiene 30 años. Lo normal es que la clase política se renueve. Además, ésta es la era mediática, el grueso de la comunicación en nuestras sociedades se hace a través de los medios de comunicación. Un partido o un líder, para afirmarse y hacer llegar su mensaje, tiene que saber comunicar bien a través de la prensa. Eso hacen los nuevos líderes y la mayoría de los partidos", añade.

Para este experto, es exagerado decir que tanto Santana Lopes como Sócrates son meros productos mediáticos. "Por otra parte, yo veo bastantes diferencias entre los dos", añade. "El líder socialista no se limitó a participar en programas de televisión de análisis político. Es verdad que tiene una excelente capacidad de comunicación y una buena relación con la prensa, pero tiene también en su currículo una experiencia de partido y gubernamental que le ha dado notoriedad", destaca André Freire.



Santana Lopes "tiene una carrera política más larga (lo que implica más exposición mediática), y sus intervenciones en la televisión y en la vida pública fueron más allá de la política. Santana Lopes fue también presidente de un club de fútbol [el Sporting de Lisboa], participó en programas deportivos, es una especie de figura de la jet set nacional, sale mucho en la prensa rosa, llegó a entrar en un concurso de televisión que era un reality show.

Tengo muchas dudas en afirmar que Sócrates es un producto mediático. Con relación a Santana Lopes, tengo algunas, pero lo fundamental es que su exposición mediática es sustancialmente distinta", concluye.

José Sócrates, de 47 años, fue secretario de Estado y ministro de Medio Ambiente de António Guterres. De hecho, es conocido como "delfín de Guterres", pero también como "el político Armani", por lo cuidado de su imagen. De su etapa en el Gobierno, se le recuerda por defender causas poco comunes, como la defensa del consumidor, la implantación de programas contra la drogadicción o por no temer a intereses instalados.

Pero como líder del PS, cargo que asumió en octubre pasado, "apenas ha presentado soluciones y orientaciones políticas para el país", dice André Freire.

En su carrera política, Pedro Santana Lopes, 48 años, fue secretario de Estado de Aníbal Cavaco Silva y alcalde de Figueira da Foz y de Lisboa, pero "su camino fue marcado por abandonar los cargos en medio de sus mandatos o por hacer promesas espectaculares que no cumplió", destaca el experto. "Y como primer ministro, reveló falta de sentido de Estado, incompetencia y descoordinación". ¿Y no fue víctima de prejuicios por parte de la prensa? "Sí, pero dio demasiadas razones para que así fuera", defiende Freire.

El contexto de la era mediática, unido a una sociedad dominada por la clase media, más moderada, y a la estrategia de los grandes partidos de cautivar a distintos segmentos sociales, ha dado lugar a la desideologización de los dos mayores partidos portugueses. Por eso, para este experto, es importante y urgente que PSD y PS "presenten proyectos movilizadores y creíbles" al electorado y "que expliquen en qué son distintos", para que la abstención no acabe ganando este combate mediático.

dezembro 22, 2004

Merry Christmas...


Angelina Jolie

... and Happy New Year


Angelina Jolie

dezembro 21, 2004

Mosul rocket attack kills 15 U.S. troops, 5 other Americans and 2 Iraqis

Text by JEREMY REDMON - Photos by DEAN HOFFMEYER

FORWARD OPERATING BASE MAREZ, Iraq - A sudden, pinpoint attack killed at least 22 people and wounded more than 60 others in a dining-hall tent inside a U.S. military compound near Mosul yesterday.

It was the deadliest single attack on U.S. troops since the start of the Iraq war.

Early today, Capt. Brian Lucas, a military spokesman in Baghdad, said the dead included 20 Americans - 15 service members and five civilians from the Halliburton subsidiary KBR and its subcontractors. Two Iraqi soldiers were also killed. Sixty-six people were wounded, including 42 U.S. troops, The Associated Press reported.



The military said the tent was hit by a 122 mm rocket. A radical Muslim group, the Ansar al-Sunnah Army, claimed responsibility.

Two of the slain soldiers were from the Richmond-based 276th Engineer Battalion of the Virginia National Guard. They are the first fatalities for the unit since it arrived in Iraq nearly a year ago.

Hundreds of U.S. soldiers had just sat down for lunch about noon when the blast hit the giant dining tent.

The force of the explosion knocked soldiers off their feet and out of their seats. A fireball enveloped the top of the tent, and pellet-sized shrapnel sprayed into the men.

Amid the screaming and thick smoke that followed, quick-thinking soldiers turned their lunch tables upside down, placed the wounded on them and gently carried them into the parking lot.

"Medic! Medic!" soldiers shouted.

Medics rushed into the tent and hustled the rest of the wounded out on stretchers. Scores of troops crammed into concrete bomb shelters outside. Others wobbled around the tent and collapsed, dazed by the blast.

"I can't hear! I can't hear!" one female soldier cried as a friend hugged her.

Near the front entrance to the chow hall, troops tended a soldier with a gaping head wound. Within minutes, they zipped him into a black body bag. Three more bodies were in the parking lot then. Soldiers scrambled back into the hall to check for more wounded. The explosion blew out a huge hole in the roof of the tent. Lunch trays and overturned tables and chairs covered the floor.



Soldiers growled angrily about the attack and swore as they stomped away. Sgt. Evan Byler, of the 276th, steadied himself on one of the concrete bomb shelters. He was eating chicken tenders and macaroni when the blast hit. The blast knocked him out of his chair. Byler had taken off his shirt and wrapped it around a seriously wounded soldier.

Byler held the bloody shirt in his hand, not quite sure what to do with it. "It's not the first close call I have had here," said Byler, a Fauquier County, Va., resident who survived a blast from an improvised explosive device while riding in a vehicle earlier this year.

Byler started walking back to his base when he saw a soldier collapse from shock on the side of the road. Byler and 1st Lt. Shawn Otto of Williamsburg, Va., also of the 276th, put the grieving soldier on a passing pickup truck.

The 276th, with about 500 troops, had made it a year without losing a soldier and is preparing to return home in about a month. "We almost made it. We almost made it to the end without getting somebody killed," Otto said glumly.

At least four other soldiers with the 276th were injured, but it was not clear how serious their wounds are.

"This is the worst day of my life," Brig. Gen. Carter F. Ham said at a briefing held at a palace once used by Iraqi dictator Saddam Hussein's sons. "It's times like these when [our troops] really come shining through."



Tears welled in his eyes, and his voice was thick with emotion. "This hurts, this really hurts." The military asked that the dead not be identified until families could be notified.

Insurgents have fired mortars at the chow hall more than 30 times this year. One round killed a female soldier with the 3rd Brigade, 2nd Infantry Division, in the summer as she scrambled for cover in a bomb shelter. Workers are building a new steel-and-concrete chow hall for the soldiers just down the dusty dirt road.

Lt. Dawn Wheeler, a member of the 276th from Centreville, Va., was waiting in line for chicken tenders when a round hit on the other side of a wall from her. A soldier who had been standing beside her was on the ground, struggling with shrapnel buried deep in his neck. "We all have angels on us," she said as she pulled away in a Humvee.

Wheeler quickly joined other officers from the 276th for an emergency meeting minutes after the blast. Maj. James Zollar, the unit's acting commander, spoke to more than a dozen of his officers and urged them to keep their troops focused on their missions. "This is a tragic, tragic thing for us, but we still have missions," he told them. "It's us, the leaders, who have to pull them together."

Two hours after the attack, insurgents fired mortar rounds on the Mosul airfield, injuring a U.S. soldier. Also after the attack, 300 to 500 students in Mosul protested the occupation of Iraq, the perceived illegal detention of religious leaders and raids against mosques near the University of Mosul.



Just hours before the mess-hall blast, Zollar had awarded a Purple Heart to a soldier from the 276th who was wounded in a mortar attack on another part of the base in October. Zollar eventually turned the emergency meeting over to Chaplain Eddie Barnett. He led the group in prayer.

"Help us now, God, in this time of this very tragic circumstance," Barnett said. "We pray for your healing upon our wounded soldiers."

With heads hung low, the soldiers trudged outside. They had work to do.

Editor's note: Reporter Jeremy Redmon and photographer Dean Hoffmeyer, who are with the 276th Engineer Battalion in Iraq, were sitting down to lunch in the dining tent when the attack came. They were not injured.



Suicide Bombing Is Now Suspected in Mosul Attack
By RICHARD A. OPPEL Jr. and ERIC SCHMITT
The New York Times

BAGHDAD, Dec. 22 - A suicide attacker wearing a bomb-laden vest most likely set off the explosion at a military mess tent that killed 22 in the northern city of Mosul on Tuesday, American officials said Wednesday, raising the possibility that the bomber was an Iraqi or foreign worker employed at the base.

"At this point it looks like it was an improvised explosive device worn by an attacker," Gen. Richard B. Myers, the chairman of the Joint Chiefs of Staff, said at a Pentagon news conference.

In the hours after the explosion, which included 14 American troops and four American civilian contractors among the dead, military officials speculated that the blast was caused by a rocket.

But F.B.I. and other allied forensic experts later discovered parts of a torso and an explosives belt that they believed were from a suicide bomber, according to a senior law enforcement official in Washington.

A senior defense official in Washington, speaking on condition of anonymity because the broader investigation is in progress, added that investigators found "material consistent with a backpack or suicide vest, as well as ball bearings," which bombers have used to spread the devastation of the blast.

In the hours before the news conference, soldiers from at least two battalions in Mosul riding in armored vehicles fanned out in a broad offensive sweep to hunt for insurgent and terrorist leaders, shutting down bridges over the Tigris River, searching insurgent-friendly neighborhoods and interrogating drivers at impromptu checkpoints.

The governor of Nineveh Province also appeared on Mosul television to warn residents of a crackdown, though American officials maintained that it was not related to the bombing. The governor said anyone who tried to cross the bridges over the river, which bisects the city, would face a "hard punishment" that could include being shot.

Late on Wednesday, another car bomb killed 9 Iraqis and wounded 13 others at an Iraqi forces checkpoint at the entrance to the town of Latifiya, south of Baghdad, the National Guard told Reuters. That area is among the most violent and insecure as the country prepares for elections at the end of January.

The announcement on Wednesday of the likely cause of the Mosul attack produced a new source of concern by leaving a crucial question unanswered: How was the attacker able to infiltrate a heavily guarded military base in one of the most hostile regions of Iraq?

It also raised the possibility that one of the most commonly discussed fears of American soldiers stationed at forward operating bases in Iraq had come true - that an Iraqi or other foreign worker had been able through special access, knowledge and privileges to sabotage the troops he was supposed to be serving.

Other heavily guarded compounds have been infiltrated, including the main American governmental zone in Baghdad, where suicide bombers killed five people in October. But the attack on Tuesday far exceeded the size and devastation of any previous strike on American troops within a secured compound.

"I've been expecting it," said Wayne Downing , a retired four-star Army general who headed the inquiry into the bombing at the Khobar Towers housing complex in Saudi Arabia in 1996. "They're trying to get in. We have a terrible problem. We have all this indigenous labor. We don't wash our dishes, cook our own food. When you bring indigenous laborers into camps, you immediately have a security problem."

No Iraqis are currently working at the mess tent, said Wendy Hall, a spokeswoman for Halliburton, whose KBR subsidiary operates dining halls for the military. In an e-mail message, she said that vetting for employees who worked at the site was "conducted entirely by the United States Army, and KBR security escorts them through the process."

Military officials had received intelligence that insurgents in Mosul might have been planning an attack on American troops. In late November, soldiers from the same base that was hit on Monday - Forward Operating Base Marez - detained a suspect in western Mosul carrying what military officials said appeared to be notes of a meeting where insurgents discussed a proposal for a large-scale attack on American troops.

At the news conference on Wednesday, Defense Secretary Donald H. Rumsfeld, emphasized the difficulty American troops faced defending against suicide bombers.

Pois é...

Agora a gente já sabe onde o Bush tem o coração!


Circulação Zero



por JOÃO UBALDO RIBEIRO

Têm aparecido nos jornais, com certa freqüência, excelentes notícias sobre como algumas cidades brasileiras vêm minorando de forma notável seus problemas de segurança e violência, através de medidas singelas e de fácil execução. Tão marcante parece o êxito dessas providências que possivelmente serão propostas para outras cidades. Ou impostas, o que se pratica muito aqui, pois que vivemos numa ditadura, apenas do tipo “com direito a chiar” — se bem que estejam querendo tirá-lo, mas acho que vão deixá-lo de enfeite, aqui e ali, até porque cai sempre bem para mostrar às visitas e nas inspeções e classificações a que estão sempre nos submetendo.

Vocês devem ter visto também. Refiro-me ao toque de recolher. Não conheço pormenores das pioneiras experiências, mas sei que são basicamente o que o nome geral indica. Fecha-se tudo, vamos dizer, às onze horas da noite e todo mundo vai para casa. Nos fins de semana, estica-se um bocadinho o horário e a gandaia corre solta, em restaurantes, cinemas, teatros e outros antros de pecaminosidade, até as doze. Leio aqui que o sucesso tem sido indescritível, praticamente ninguém mais assalta nem mata ninguém, a paz é total.

Incrível que solução tão óbvia tenha escapado até agora, por exemplo, às autoridades de cidades como o Rio e São Paulo. Uma das razões, infelizmente, haverá de ter sido a ganância de donos de restaurantes e casas de diversão, que se recusam a ver diminuídos seus lucros astronômicos, mesmo em benefício da coletividade. “É a noite que reclama”, alegam deleteriamente. Que noite? E a alegria de ficar em casa, assistindo à tevê de alto nível que nos é oferecida, na paz do convívio familiar com a mulher, dois netos, o filho mais novo adultescente, o mais velho desempregado, a mais nova descasada e o namorado dela, embora forçando um pouco o espaço do apartamento de dois quartos? E a economia que se faz, deixando de encarar programas frustrantes, comida cara, shows de baixa qualidade e flanelinhas plenipotenciários?

Claro, com certeza vem aí o Circulação Zero. Não no começo, devido às resistências à mudança, naturais em quaisquer circunstâncias e ainda mais nessas, que se atrelam a vultosos interesses. Mas a evolução natural dos acontecimentos levará a ele, novo programa de governo, para o qual já ofereço de graça o slogan “Na toca, Brasil!”, com um nacionalíssimo tatupeba de símbolo, posando à entrada de seu moderno buraco, junto às grades, à câmara de circuito interno de tevê e o segurança, bem atrás da cerca eletrificada.

A implantação do esquema deverá ser gradual. Imagino que, no começo, poderá haver rodízio, como o dos carros em São Paulo. Os cidadãos cujas carteiras de identidade tiverem números pares poderão sair nas noites de segunda, quarta e sexta, com alternâncias nos fins de semana. Ou algo assim, somos muito bons na organização desse tipo de coisa, embora as dificuldades para a implantação do sistema possam revelar-se insuperáveis, já que os problemas seriam de todo tipo, até nos casos em que marido e mulher ou, muito pior, namorado e namorada, tivessem incompatibilidade de números.

De qualquer forma, a discussão é acadêmica, porque, diante da nova realidade, o crime reagiria. Já que ninguém estará mais na rua depois das onze, assaltos, homicídios e ilícitos diversos hoje favorecidos pelas altas horas em que muitos provocadoramente circulam, mudarão. Os bandidos adiantarão seus relógios — não sei bem quantas horas, por falta de familiaridade com o métier . O resultado disso é o começo da evolução que previ acima. O cedo vai ficar cada vez mais tarde, o toque de recolher vai passar das 11 para as 10 para as 9 e, finalmente, chegará às 18 ou 19, talvez, a depender do horário de verão.

Pronto, melhor ninguém sair mais à noite. Só vou querer ver as caras dos assaltantes, assassinos e motoristas bêbados. Será um baque na criminalidade, vocês têm de admitir, talvez mais contundente do que a recente proibição, que espero não tenha sido esquecida como tantas outras medidas de vasto alcance, da venda de papel para fazer cigarros — agora quem vivia desse comércio imundo que vá vender cola de cheirar a crianças, o que é ainda amplamente permitido, e abandone a ilegalidade.

No tempo em que eu estudava marxismo, achava que ia entender Hegel (aliás, alô, comunistada d’antanho: onde é que tem “tese, antítese e síntese” escritas na obra de Hegel, que eu encarei como um condenado do Santo Ofício, nunca topei com elas e até hoje tenho trauma?) e conseguiria ser militante do Partidão, duas impossibilidades que agora sei absolutas, repetia-se muito, em qualquer lugar onde houvesse um dos abundantes teóricos da patota, que Marx botou a dialética de Hegel de cabeça para baixo. Ou de cabeça para cima, não lembro bem, pretendo na velhice experimentar as grandes alegrias da ignorância, no que a misericordiosa falta de memória vem ajudando. Enfim, Marx era um retado, pegou o enfoque dialético e o revirou, vamos dizer.

É o que o gênio brasileiro acaba de conseguir, ajudado pela sorte que sempre tivemos como povo. Reviramos brilhantemente o equacionamento de um grave problema e assim o solucionamos para sempre. Agora que a Justiça está, como a estrutura fiscal, a previdenciária etc., reformadíssima, tinindo em ponto de bala, faltam instalações para botar em cana as multidões que vão ser presas. Mas, ora, mas é claro, muita gente já tinha visto isso: inverte-se a equação, prende-se de vez o povo e solta-se a bandidagem. Circulação Zero. Na toca, Brasil! E as Forças Armadas finalmente poderão colaborar em algo que são treinadas para fazer, ou seja, controlar toques de recolher em áreas ocupadas, elementar. Quem sair toma um tiro de canhão. Só muita má vontade para alegar falta de segurança, até porque o canhão deverá ser participativo.

dezembro 20, 2004

Run, runes de Venezuela

LINEA DIRECTA: Recién llegó a Caracas como embajador del Reino de España, Raúl Morodo Leoncio, y reunió al personal de la embajada para advertirles que "de ahora en adelante se acababan los flirteos con la oposición al gobierno de Chávez en esta delegación diplomática que ha venido siendo cuestionada por el apoyo del anterior embajador a los golpistas de abril del 2002". A muchos sorprendió el ímpetu chavista que demostraba este catedrático venido a diplomático no de carrera, aunque ya antes había ocupado la representación española ante la Unesco y Portugal debido a que informes de la prensa española, en mayo de 2004, daban cuenta de "sus excelentes relaciones con el ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez; haber sido fundador del PSP (Partido Socialista Popular) con Tierno Galván y ser amigo íntimo de Alfonso Guerra, líder del PSOE, y del duque de Suárez"...

EMBRUJO: Morodo quien alguna vez fue crítico del régimen cubano siente hoy una gran admiración por Fidel Castro demostrada en distintas ocasiones públicas y privadas y ese enorme interés en la revolución cubana lo convirtió de inmediato en un ferviente seguidor y admirador a la vez de la revolución pretendida por Hugo Chávez en Venezuela. Además, contando con el visto bueno de su superior, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha ido estrechando lazos con los más connotados personajes del régimen chavista. So pretexto de mejorar las relaciones, la cercanía del embajador con el gobierno de Chávez ha prendido algunas luces de alarma en España. Un informe confidencial llegado al Congreso de los Diputados da cuenta del establecimiento por parte de Morodo "de un despacho completo en la residencia en el Country Club fuera de la Cancillería de la embajada en La Castellana, para sostener reuniones privadas con funcionarios del Gobierno y así no se den cuenta sus subalternos en la embajada de dichos encuentros ni de sus conversaciones telefónicas. Hoy por hoy el Señor embajador, la mayor parte de las veces, prefiere despachar desde la residencia". Lo más grave según el documento es "el establecimiento de una línea telefónica directa de la red intergubernamental venezolana (teléfonos interministeriales de la Casa Militar) para sus comunicaciones con el alto gobierno chavista. Sólo otro embajador, el de Cuba, Germán Sánchez Otero ("El Komissar") tenía hasta ahora ese privilegio revolucionario"...

MONTAJE: Todo el "follón" que se armó en Madrid con las "inoportunas" declaraciones del Presidente venezolano durante su visita oficial a Madrid fue perfectamente planificado por Morodo con el canciller Moratinos. "No hay puntada sin dedal" nos comenta un amigo que nos llama desde España. Ya antes de la llegada del venezolano estaban listas las acciones mediáticas para crear el revuelo en torno a la participación o no del gobierno de Aznar en el golpe de abril del 2002. Por un lado servirían al gobierno de Rodríguez Zapatero para revivir las acusaciones contra el Partido Popular añadiéndole las investigaciones de los hechos madrileños del 11/3 y por otro volvería a poner en el tapete el caso venezolano para que ese caudal informativo diera apoyo internacional a la propuesta del fiscal general venezolano, Isaías Rodríguez, de revisar la sentencia del TSJ en torno a esos hechos. Contactos más allá de las fronteras darían impulso a las declaraciones de Jorge Castañeda, ex canciller mexicano, acusando al gobierno de Aznar de haber propiciado un rápido reconocimiento al efímero e inexistente gobierno de Carmona. También eso sirvió para que el Gobierno salvadoreño desestimara el asilo a Vivas y Forero. Todo bien hilvanado. Como Chávez juramentó la misma noche del viaje a Alí Rodríguez como canciller tuvo que explicarle apresuradamente en el avión presidencial y en Madrid lo acordado con los funcionarios españoles. No extrañe que la cuerda española reviente por lo más fino...


EL UNIVERSAL

dezembro 19, 2004

A Santa de São Jorge de Muronhanha


Em Portugal há Santas que fazem de tudo. Umas sangram, outras choram, algunas sangram e choram – são as chamadas “santas mariquinhas” – mas também há outras que põem todos os santos a chorar. Como esta, por exemplo.

Mais uma do Gato Fedorento.

El último americano



Por Alejandro Armengol

El jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason, parece empeñado en ofrecerle pretextos al régimen de Fidel Castro para el cierre de la sede diplomática. Cason viene celebrando una serie de actividades de un valor nulo, respecto al avance de la causa opositora, pero con un contenido propagandístico contraproducente para la independencia de un sector de la disidencia.

¿Qué sentido tuvo que un grupo de destacados opositores votaran simbólicamente en la residencia del diplomático la noche del 2 de noviembre, mientras seguían por la televisión la elección presidencial norteamericana? Porque su gesto estuvo más cerca de una comedia electoral que de un ejercicio democrático. Triste consuelo ese de fingir que se participa en la votación de una nación que no es la de ellos. Fue una soirée ajena a la realidad del país, con participantes vestidos para la ocasión —muchos de ellos con un historial demostrado en favor de la libertad de Cuba— que en esa oportunidad se limitaron a hacerle el juego a un gobierno extranjero. Una cosa es aspirar a lograr un sistema democrático similar al norteamericano, cuyas virtudes y defectos lo sitúan por encima del actual régimen cubano.

Otra muy diferente es participar en una mascarada.


Marta Beatriz Roque.

De nuevo un ejercicio en favor de la "propaganda enemiga" ocurrió la noche del viernes 10 de este mes —en el Día Internacional de los Derechos Humanos—, cuando opositores pacíficos y sus familiares colocaron sus deseos de una Cuba democrática en un cofre que fue enterrado en suelo estadounidense. Es decir, en el jardín de la residencia del principal diplomático de EEUU en La Habana. Meter en una tumba extranjera un cofre donde también se incluyó una copia del discurso que el presidente George W. Bush pronunció el 20 de mayo de 2002 —cuando anunció una revisión total de la política norteamericana hacia Cuba, la cual trajo como consecuencia una limitación de los viajes y el envío de remesas a la isla, medidas que han sido fuertemente criticadas por un sector del exilio y la mayor parte de los residentes en la isla— es decir a las claras que se apoyan esas normas. Quienes participaron en el acto tienen todo su derecho a expresar su apoyo a esas normas, pero deben estar conscientes que se definen en favor de una política que en el mejor de los casos puede ser catalogada de controversial.

Las fotografías tomadas en las dos actividades han sido distribuidas por las agencias de prensa. ¿Cabe dudar que serán utilizadas para ejemplificar una dependencia demasiado estrecha entre la disidencia y la actual administración norteamericana, y también para recalcar el supuesto financiamiento —por parte del gobierno de EEUU— de grupos opositores?

Vale la pena contrastar la celebración nocturna en la residencia de Cason con la sencilla ceremonia llevada a cabo en una pequeña sala de una vivienda de Centro Habana. Allí una veintena de esposas y madres de presos políticos, conocidas como las “Damas de Blanco” efectuaron un ayuno y exigieron la liberación de sus familiares encarcelados.



Osvaldo Paya

Entre los participantes del entierro del cofre de deseos, en el jardín de Cason, estuvieron Oswaldo Payá, Martha Beatriz Roque, Félix Bonne, René Gómez Manzano y Manuel Vázquez Portal. De acuerdo a la agencia de noticias Associated Press, al ser consultado por los periodistas, Payá rechazó que la actividad fuera una provocación al gobierno cubano, pues cada persona debe expresar lo que piensa.

Al asistir a cualquier lugar —sin detenerse a pensar si el hecho será o no del agrado del régimen de La Habana—, cualquier cubano realiza un acto de independencia. En este sentido tiene razón Paya. No hay que cruzarse de brazos y esperar por una apertura, que nunca ocurrirá. Pero un disidente no es un simple ciudadano. Es una persona obligada al ejercicio político, con todas las connotaciones positivas y negativas que encierra esta acción. Cabe preguntarse entonces por la utilidad de realizar un acto simbólico que puede interpretarse como un gesto de dependencia.

James Cason

Al ser Cason el dueño del terreno. Es decir, el usufructuario actual del pedazo de tierra donde se realizó el "entierro", le cabe el derecho de incluir en “la tumba” del cofre —a la que se le echó tierra encima y se le colocó luego una lápida— lo que considere conveniente.

Por eso el jefe adjunto de la misión diplomática, Alex Lee, agregó otros objetos a la caja.

Como se trató de un acto simbólico, hay que detenerse brevemente en el apellido de este funcionario. Imaginar que algún cubano presente recordó en esos momentos a otro diplomático de igual apellido. El último embajador norteamericano en la isla —antes de que se lograra la independencia de España— fue el general Fitzhugh Lee, sobrino del célebre Robert E. Lee. De surgir el recuerdo, debe haber traído a la mente una mezcla de temor y esperanza.

Este otro Lee —olvidemos el posible parentesco, sin despreciar el valor simbólico del nombre— colocó también objetos valiosos en el cofre: un volumen de Rebelión en la Granja, la novela de George Orwell, una copia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y un broche con el número 75, en alusión a los opositores encarcelados en la primavera de 2003. Sin embargo, ni la cifra ni las dos obras valiosas —unidas a los deseos de los disidentes— están en justa compañía al lado del discurso de Bush, también agregado a la caja, cuidadosamente atornillada y enterrada. Asociar de esa manera el futuro de Cuba a la voluntad de un mandatario extranjero es empeñarlo. Al menos simbólicamente. Aunque se limite a un momento, en una noche de finales de este 2004 que ha sido especialmente difícil para la sobrevivencia de la oposición pacífica.

El año que comenzará dentro de pocos días se avecina marcado por una intensificación en el endurecimiento de las sanciones económicas hacia Cuba. Con el reforzamiento de las filas republicanas en el Congreso, otros dos cubanoamericanos en Washington— uno, Carlos Gutiérrez, como secretario de Comercio, y otro, Mel Martínez, en el Senado— se habla de pasar a una política más activa en favor del embargo. Los actuales legisladores cubanoamericanos acaban de anunciar la posible creación de un grupo (The Cuba Democracy Group) que busca pasar a la ofensiva, con la intención de limitar las ventas de alimentos norteamericanos y la aplicación plena de la Ley Helms-Burton. Falta por ver cuanto lograrán avanzar en ese sentido, pero es indudable que su poder político se ha fortalecido tras la victoria de Bush y el Partido Republicano.

Con la llegada de Condoleezza Rice como secretaria de Estado es muy posible que se materialice una actitud de abierta confrontación hacia Castro. Si a esto se suma un ascenso en la institución diplomática del actual subsecretario para el Control de Armas, John Bolton, que en repetidas ocasiones ha acusado al régimen cubano de contar con un programa limitado de investigación, que podría ser utilizado en el desarrollo del bioterrorismo, el aumento de las tensiones entre Washington y La Habana es inevitable. Una consecuencia lógica en este sentido sería el que EEUU decidiera suprimir sus contactos diplomáticos con la isla. De darse estas circunstancias, tendríamos entonces una explicación adecuada a la actitud de Cason.

Un aspecto fundamental —de producirse una situación de este tipo— es que una salida de los diplomáticos norteamericanos acreditados en La Habana casi seguro conllevaría al fin del pacto migratorio entre los dos países. Hasta ahora, Washington ha cumplido al pie de la letra —incluso sobrecumplido— el programa de otorgamiento de visas.

Para la mayoría de los miembros de la “línea dura” en Miami, un paso coherente —aunque extremo—con la actual actitud del gobierno norteamericano de aumentar la presión económica contra Castro, es poner fin o reducir sustancialmente las salidas definitivas, al tiempo que eliminar las visitas salvo casos de urgencia por enfermedad o muerte de familiares cercanos. Una medida así estaría acorde con la teoría de aumentar la presión de la caldera hasta que reviente. En su favor influye la percepción de que es muy difícil que Castro decida arriesgarse a lanzar un éxodo masivo, que sería interpretado como un acto de guerra por la actual administración. Una ganancia secundaria para el “exilio histórico” estaría constituida por la eliminación de la entrada constante de una inmigración que se distancia de sus puntos de vista tradicionales —que favorecen la supresión o reducción drástica de la dependencia económica existente entre las familias residentes en la isla y sus parientes en suelo norteamericano— aunque de momento continúa careciendo de poder electoral para propiciar un cambio de actitud en Washington. La “línea dura” ganaría por partida doble. Al tiempo que alejaría un peligro potencial aunque no inmediato —más que la amenaza de potenciales nuevos ciudadanos norteamericanos, entre los futuros inmigrantes, se trata de que quienes ya viven en EEUU orienten por completo su vida respecto al país de adopción, como ya ocurrió en el pasado— verían prevalecer sus puntos de vista, con más fuerza inclusive, en las esferas del gobierno. Castro, por su parte, parece estar apostando a esta nueva política.

Afianzándose con sus aliados tradicionales de los últimos años —el presidente venezolano Hugo Chávez, el gobierno chino y un grupo de naciones que no le son hostiles —, al tiempo que busca reducir las tensiones con Europa e intensifica el antiamericanismo dentro de la isla con ejercicios militares que recuerdan la situación existente 20 años atrás. Al menos parece empeñado en cerrar frentes de confrontación, para limitarse a sus enemigos de siempre: Washington y Miami. Llegado el caso, es muy posible que desestime el continuar adquiriendo productos agrícolas de EEUU, al comprobar que estas compras no contribuyen en nada a un cambio de actitud en el Capitolio norteamericano. Todos estos factores llevan a preguntarse si Cason no será —como parte de esta vuelta al pasado— otro "último americano".

(C) AA 2004

dezembro 17, 2004

The diplomat Cubans love to hate

Tracey Eaton The Dallas Morning News

HAVANA - He's Public Enemy No. 1 in Cuba and relishes the role.

James Cason, America's top diplomat in Havana, got right to work after arriving two years ago. He journeyed across the island, meeting with political dissidents and other supposed "subversives." He urged them to fight for democracy and handed out tens of thousands of books and shortwave radios.

Cuban authorities reacted quickly, jailing 75 dissidents and journalists and banning Cason's countryside jaunts. But that hasn't ended the U.S. official's crusade.

More than 4,000 Cubans visit Cason's Havana headquarters every month. They get free Internet access. They pick up books and pro-democracy literature. And they sit glued to cable television, which is unavailable to most of Cuba's 11 million inhabitants.

''We used to have an outreach program. Now we have an inreach program," Cason said in an interview. Cuban authorities "would love to stop it. But they can't."

Ricardo Alarcon, president of Cuba's National Assembly, isn't amused. He accuses the Bush administration of interfering with the country's internal affairs and violating international law. And he calls Cason a "fourth-rate'' bureaucrat.

Cason, expected to remain in Cuba for one more year, said he doesn't mind such talk. Sitting outside his sprawling $35 million ambassador's residence in Havana, he pulled a black badge from his shirt pocket. It was an Army corporal's pin.

''I'm going to wear this until the day I leave Cuba," Cason said. "I may be just a corporal, but I'm proud of it. I'm closer to the ground, closer to the people."

Alarcon, he adds, is the true bureaucrat. He leads Cuba's national assembly, which meets only two times a year and has not voted against any government initiatives since the beginning of the revolution in 1959, Cason said.

''I don't call him Alarcon. I call him ‘Alacran.' Scorpion. I wonder why the Cubans don't like me," he said.

He paused for a moment, sipping a rum-laced mojito, Cuba's national drink. Cuba's government, he said, is a crumbling, bankrupt regime. No one knows when it will fall, but it's going to be sometime soon and it is inevitable, he said.

''We know there's going to be a transition and we know it's not going to be much longer."

But Cubans "are going to have a brilliant future," because they are educated, creative and hard-working, he said.

Still, ridding the country of socialism is going to be painful and difficult, he said.

Key to the country's future is President Fidel Castro, who shattered his knee and broke his arm when he fell in October. Little will change in Cuba while the 78-year-old leader is alive, the American diplomat contends.

''This is a one-man show. This is Fidel. Anybody who thinks he's going to be a democrat is nuts. This guy's not going to change."

But after Castro fades from the scene, Cuban leaders who care nothing about socialism are going to emerge, Cason said.

''There are reformists out there. And when the opportunity comes, they'll flip-flop and say, ‘I've been a democrat for all my life.' ''

Expected to succeed Castro is his brother, Raul Castro, chief of Cuba's Revolutionary Armed Forces. Many Cuba watchers see him as less radical than Fidel Castro and open to economic reforms.

But if the 73-year-old Raul dies first, that could lessen the chances of a smooth, peaceful transition to democracy, Cason said.

Bush administration officials have said that if asked, they will give massive economic and material aid to a future democratic government in Cuba.

Officials in Cuba aren't convinced. They say they don't trust Americans and believe the United States would invade the country if given the chance.

This month, Cuban officials are holding military exercises aimed at showing the United States that their guerrilla war strategy will defeat any invader.

''The Americans should watch closely so that they do not commit the same mistakes they made in Vietnam and are now making in Iraq," Raul Castro told reporters this month.

Cason said Cubans don't have to worry.

''We have no plans to invade. Our policy is clear and transparent. We want a rapid and peaceful transition."

He said Cuban officials warn of an imminent American attack to distract Cubans from the country's dismal economy.

The country has struggled since the former Soviet Union cut off $5.8 billion in annual cash and subsidies to Cuba more than a decade ago.

Short on cash, Castro banned the circulation of dollars in November and asked that Cubans exchange their greenbacks for Cuban pesos.

Cason estimates that ordinary Cubans had as much as $2 billion "stashed under the mattress'' and that the new measures took $400 million to $700 million out of circulation.

Those who didn't exchange their money have no confidence in the Cuban peso, however, and believe it will be worthless in the post-Castro era, Cason said.

''The only way it'll be a hard currency is if it gets a huge dose of Viagra," he said. Cuban officials have "no silver bullets out there to get their economy going."

Castro loyalists call those words offensive and insulting.

Cason "is the personification of Bush in Cuba. Cason is -- pardon the word -- a beast. A tank of war. He's not a diplomat," said Lisandro Otero, a Cuban writer and intellectual who won the country's national literature prize in 2002.

García 'Marqueting': del realismo mágico a la pedófilia

Para el escritor colombiano Efraím Medina, la última novela del Nobel es una "patética apología del abuso sexual envasada al vacío en la vieja y desgastada fórmula del realismo mágico", entre otras muchas cosas.

Por Efraím Medina Reyes (*)

Algunas reseñas afirman que la última novela de García 'Marqueting' es una reflexión sobre el amor y la sexualidad en la vejez. ¿Reflexión? Debe ser un chiste. Las 109 páginas de esta noveleta cuentan la historia de un anciano, asiduo visitante de prostíbulos, que para celebrar sus noventa años le pide a Rosa Cabarcas (la matrona de su burdel favorito) que le consiga a una niña pura y virginal.

'Marqueting' parodia en forma grotesca y disparatada al Yasunari Kawabata de El palacio de las bellas durmientes. La novela de Kawabata es un retrato delicado y profundo sobre las claves de una cultura todavía por descubrir para Occidente; la de Marqueting, una patética apología del abuso sexual a menores (que en Colombia arroja cifras escalofriantes) envasada al vacío en la vieja y desgastada fórmula del realismo mágico. Más que triste, la novela de 'Marqueting' es floja y aburrida: desde el punto de vista estético quizá sea la peor de sus obras. Y en cuanto al contenido, habrá que pensar que el patriarca de Macondo empieza a padecer demencia senil o que siente fascinación por la pedofilia.

Al anciano protagonista de la novela (¿álter ego de 'Marqueting'?) lo apodan Mustio Collado, un profesor de gramática y latín que durante su vida no ha hecho otra cosa que acostarse con putas llevando "un registro con el nombre, la edad, el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo".

Como lector me hago algunas preguntas: ¿Una niña virgen de 14 años es puta por vocación como insinúa la novela? ¿De dónde y por qué llegan esas niñas a los prostíbulos? ¿Es creíble que esta niña, por demás analfabeta, se encierre en su habitación de burdel a escuchar en la radio la primera sonata para piano de Brahms?

No sobra recordar que la historia de 'Marqueting' acontece en la polvorienta Barranquilla de mediados del siglo pasado. Pero el asunto no para allí; también hacen parte de la banda sonora de esta novela Wagner, Debussy, Bruckner, Mozart, Puccini. que según 'Marqueting' sonaban a todo timbal en las esquinas caribeñas de la época.

Al igual que la niña de la novela, millares de menores son forzados a prostituirse cada año en Colombia y comercializados luego en el exterior (donde no sabemos que música escuchan).

Según algunos estudios, Colombia aporta cerca del 17 por ciento de las prostitutas del mundo (el protagonista de 'Marqueting' amante de las cifras, puede estar orgulloso).

Pero una novela no es mala porque haya más o menos prostitutas colombianas en el mundo. La ineficacia de Memoria de mis putas tristes reside en la ligera y alegre forma como 'Marqueting' asume el tema; la parodia gira en torno a la descripción física, plena de lugares comunes, que el anciano hace de la niña: "Los senos recién nacidos parecían todavía de niño varón pero se veían urgidos por una energía secreta a punto de reventar". La esperada reflexión nunca aparece (pensar nunca ha sido una virtud de 'Marqueting'; su reconocido e innegable talento consistió en fabular y recrear el folclore colombiano); la fábula esta vez es precaria y da la impresión de que el tema 'prestado' a Kawabata le queda grande.

La desigual trama de la novela se rellena entonces con referencias literarias y citas citables del estilo Selecciones del Reader's Digest; no faltan como es habitual en 'Marqueting' las frases tremendistas como cuando Mustio Collado dice que a su víctima "el cabello corto y rizado le infundía a su rostro el resplandor andrógino del Apolo de Praxíteles", las hiperboles y reiterados adjetivos made in Macondo que esta vez no alcanzan para darle sentido a la descabellada love story de la candida ¿putica? y el abuelito desalmado.

Como ha sucedido con los últimos libros de 'Marqueting', incluidas sus decepcionantes memorias, esta novela representó un acontecimiento de mercado antes que literario. 'Marqueting' salió de su madriguera para encabezar la campaña publicitaria; hizo alharaca sobre un supuesto bloqueo a su presencia en el Congreso de la Lengua en Argentina (el ingenuo Saramago cayó en la trampa y se mostró solidario, luego el mismo 'Marqueting' diría que todo era un malentendido) y, dentro de esa estrategia comercial, visitó su "amado país" (donde no vive desde hace más de treinta años) y recurrió a su amigo Uribe para mover fichas contra la supuesta piratería del libro (como si la piratería no fuera una política de Estado desde siempre en Colombia).

Hasta los críticos más fieles han aceptado el declive de su prosa, que para las últimas generaciones de colombianos es sólo historia, trabajo escolar y basta. Por supuesto que el establishment, del que 'Marqueting' es poderoso miembro y momia sagrada, seguirá imponiéndolo como símbolo nacional y figura de exportación. Ellos saben que eso funciona, sobre todo en Europa, donde todavía la nostalgia por la mítica y exuberante Suramérica vende millones de copias como bien lo demuestra ese saco de mocos que es Isabel Allende (digna heredera de 'Marqueting'); para la Allende, Chile y su apellido han sido un buen negocio; sus novelones en serie sobre "mi lindo y querido país inventado" que abandonó en 1975, escudándose como tantos otros en el conveniente rótulo de "exiliada política", le han dado mucho dinero y sigue explotando esa farsa aún con pasaporte gringo en su confortable mansión en California.

La lista es larga, me vienen a la memoria nombres como Vargas Llosa y Carlos Fuentes; éste último, por ejemplo, combina medidos seudoartículos de denuncia política con la escritura de prólogos por encargo para gente de dudosa índole como el que hizo para la autobiografía del magnate venezolano Gustavo Cisneros y por el cual se dice que recibió cerca de 50.000 dólares.

Es obvio que una buena obra literaria lo seguirá siendo por abyecto que sea el autor, estoy de acuerdo. También creo que es útil y saludable desenmascarar y desmitificar a los farsantes.

Hace una semana estuve en Brasil participando de un evento literario;' el tema de mi charla era lo que algunos en América Latina empiezan a llamar "la nueva literatura colombiana".

La consabida mención de mis ataques a Marqueting' no tardó en aparecer, y uno de los asistentes me preguntó si esos 'ataques" no eran mi fórmula para hacerme notar. Otro asistente recordó que los demás escritores colombianos de mi generación veneraban a 'Marqueting'.

Supongo que es inevitable asociar los 'ataques' de un escritor emergente a uno consagrado como la pataleta del hijo a la figura del padre. Prefiero eso a quedarme callado; la mayoría de escritores de mi generación en Colombia parecen haber heredado el oportunismo de sus mayores y algunos, como Héctor Abad Faciolince , han declarado públicamente que no critican a Marqueting porque le deben favores. Por fortuna no le debo nada a esa ni a ninguna otra momia.

Considerando que las putas venden su cuerpo para sobrevivir a la miseria y que huyendo de la violencia terminan la mayoría de veces en una peor, es lógico que sean tristes. Sobre todo las que reciben clientes como el personaje de Marqueting o, todavía más desgraciadas, al propio Marqueting.

Las putas alegres que conozco son de otra índole; ellas en vez del cuerpo venden el alma. Son putas de renombre cuya conciencia suele valorarse en dólares, son ávidas de halagos y relaciones con el poder. Estas putas alegres alguna vez figuraron como seres dignos y confiables que defendían valores románticos como la verdad, la honestidad y la justicia. Todavía en sus entrevistas dicen luchar por los débiles (mientras les hacen prólogos a los magnates). Otras guardan silencio cuando sus amigos dictadores, uniformados o vestidos de Armani, abusan del poder o asesinan inocentes. Las putas alegres no paran de sonreír mientras conversan y promocionan sus libros en compañía de mafiosos y políticos corruptos. Quizá en un futuro no lejano el título de moda no sea Memoría de mis putas tristes sino un minucioso estudio sobre grandes artistas e intelectuales latinoamericanos titulado Memoria de mis alegres putas.

* Autor del libro Técnicas de masturbación entre Batman y Robin

Paciencia, dulce paciencia...

Nuestro querido colaborador, AA, se queja que la primera pagina de O Gambá que se foda sigue la misma desde hace unas tres semanas. Es cierto, no se puede ocultar eso, pero pronto cambiará.

La paciencia es un don, amigo Alejandro; algo que yo no he tenido últimamente, pero que te ruego lo mantengas… mientras tanto, ¿por qué no mandas algo?, hace tiempo que no escribes nada y los lectores están reclamando…